días grises

Veo la vida desde arriba y pienso que si soy un hombre especial por qué no estoy haciendo cosas especiales? Porque mis días transcurren con trivialidad, sometida a un trabajo.

Debería estar generando ideas y trascendiendo en las personas de forma extraordinaria y no así. Tengo los mismos temores de los demás, sufro de los mismos males y vicios del común de los hombres, entonces ¿qué me hace especial? Quizás es sólo una idea y no lo soy, quizás para el resto soy un simple trabajador más, una persona carente de cosas con normales habilidades, y yo que pensaba que era especial, uno en 1 millón como los Césares de la historia. Eso me deprime, porque mi mente me dice que soy especial, que soy grandioso, que esa afinidad por lo maravillosos no es casualidad, es nato; pero mi cotidianeidad me hace común, inclusive más común que los comunes.

Tengo aguada el alma, siento tristeza, la vida me ha sometido. mis limitaciones se están manifestando, quizás no soy lo que creía, no tengo virtudes de nada, no canto, no soy un prodigio instrumental, no soy un atleta ni un erudito, no tengo millones, no hago películas, no dirijo naciones, no viajo por el mundo, no soy un gandhi, no escribo, no pinto, con las justas soy un auditor de 33 con una familia pobre, que sigue haciendo investigaciones e informes, sobresaliente entre los mediocres, qué merito tiene eso? es lo mínimo que se puede hacer, envejezco y mis parcas habilidades envejecen conmigo, veo a los jóvenes y por lo menos tienen eso, la esperanza y expectativa de lograr, pero los veo bien y sé que no lograrán nada.

El dinero me está arruinando la vida.

Barclays por lo menos es un presentador de televisión en Miami y acaudalado

Y en medio de esta insoportable levedad del ser como diría Kundera, yo decido entrar a este desmerecido e inútil informe lleno de correcciones con lapicero rojo que hizo Felipe HIginio (otro hombre desposeído de vida) y hacerlo a perfección, porque es fácil para mí, porque en medio de estos mediocres lo mínimo que tengo que hacer es redactar bien y cubrir todas las preguntas y que vean mi trabajo y digan que bien!! y yo en mi mente los mire con desprecio porque desperdician sus vidas y se alegran por algo tan sencillo. Soy el mejor y aunque deprimido, hacer esto es tan fácil que lo hago a perfección. Perfección, esa palabra a la que tanto le temes, tienes miedo de preguntar, miedo de ir y coger lo que te pertenece, pide poco y recibirás poco, te dije que quiero la excelencia y eso no está pasando, pero quien soy yo para juzgarte si yo mismo empiezo a apestar a mediocridad, vida media, estoy hastiado de mi mismo, de lo que me he convertido, poco a poco he cabado una fosa de la que ahora no puedo salir, no puedo creer que siendo tan lúcido, sea a la vez tan idiota como para rebajarme a esta vida de horarios, de trabajos, de sueldos, de limitaciones, merezco la gloria, merezco vivir a plenitud real, merezco todo porque así lo siento, pero la mediocridad empieza a rodearme, cierro las ventanas pero el asqueroso hedor se mete a mi habitación y me inunda y me somete a los vicios humanos, y así no soy mejor que nadie y la sombra de la muerte cada vez más cerca, y los años no perfeccionan ninguna habilidad al contrario la empequeñecen la hacen débil, la lastiman  y un día la harán ridícula.

Tengo ganas de llorar, de salir de acá con impotencia abrir la puerta y encontrar la vida que merezco, quiero verle la cara a Dios y saber todo y que me haga un espacio porque no merezco esto, pero si se lo merecen los pequeños, los enanos mentales que ni siquiera se cuestionan y desgastan sus vidas en esta rueda, a ellos sí, a ellos quienes no preguntan nada, a ellos castígalos, has de sus vidas un triste suspiro y que nadie los recuerde, pero no de la mía, yo quiero expandirme, yo quiero desarrollar teorías, ya sé que no tengo muchas habilidades visibles, pero tengo este cerebro que me empuja a buscar algo más y eso es algo que no veo en todos y por eso creo que es especial "mi algo en 1 millón", mi caballito de batalla que nadie puede ver, que sólo yo en mi locura he recreado para ocultar las verdades, mis tupidos complejos.

Como la canción: "Me apesta esta ciudad, todo todo es tan típico" detesto a esta gente y sus temores, sus horarios, sus trabajos, sus vidas.