Bueno, dicen que las mujeres venimos de Venus y que cierta
energía nos rige, sinceramente no sé si sea verdad, pero en estos últimos días
he llegado a pensar que sí, te explico. No me he estado sintiendo yo las
pasadas horas, me he estado moviendo al compás de una energía inexplicable que
danza por todo mi cuerpo, me mantiene despierta, alerta; he estado
experimentando mi libido más alto, y esto último es lo más interesante. Verán
cuando lo conocí y después de aquella magnifica primera vez, no pude dejar mis
manos quietas sentía la necesidad de besarlo, tocarlo, de siempre estar junto a
él (o encima), pero luego, y pienso que por esa maldita inyección, todo se
esfumó, no era como antes, disfrutábamos casi que tres veces por día, como un
digestivo después de cada comida, éramos uno solo y no podíamos evitarlo,
después de la aplicación, todo y literalmente todo mi cuerpo cambió.
Me molestaba, no quería algunas veces y hasta me resultaba
incomodo, subí de peso y peor me coloqué, a penas y estábamos una vez cada fin
de semana, en ese momento tampoco era yo, no recuerdo si es que Mercurio estaba
retrogradando y todo era más pesado, nada fluía como lo planeábamos. Aquí estoy
de nuevo un par de meses después, ya pasado ese efecto de la terrible
inyección, me siento viva y no sé por qué, siento en mí poder que antes
(estando contigo) no había sentido, me siento fuerte, totalmente empoderada,
abrazando las curvas de cada lado de mi cuerpo admirando incluso más mi
belleza, orgullosa de cada cicatriz de cada estría que poseo, todo es parte de
mí, mi personalidad. Decidí dejar crecer de nuevo mi cabello, porque hasta eso
me caracteriza, mi larga y fina cabellera, es como si fuera Sansón, y todo lo
perdí en el momento que la tijera toco aquellas hebras que me daban el poder.
Me siento sexy sin estarlo, tengo ganas, muchas ganas que saciar, y todo lo
quiero vaciar en ti, mi querido señor…es algo difícil de explicar, ni si quiera
sé cómo llamarlo o si tiene algún nombre, solo tengo la certeza que quiero
desahogar toda esta lujuria en ti, contigo, no volver como antes sino mucho
mejor, evolucionar y disfrutar de nuestros cuerpos, de cada y todo rincón de
nuestros carnosos deseos, estoy voraz, en la mayor cosa que pienso o imagino es
a ti, detrás, encima de mí, llenándome de amor, de pasión tal y como tú solo
has podido dejarme prendada. Todos estos días se me ha manifestado la necesidad
de ti, nuevamente no sacar mis manos de tu cuerpo y cada vez que lo deseo corre
a través de toda mi espalda un escalofrío delicioso placentero, alcanzado la cúspide
más alta cuando rozo mis dedos y termino aún más pensando en ti, revoltosos,
enredando las sabanas en nuestros sudados cuerpos, disculpándonos con los
vecinos por los gritos satisfactorios que me producías, creo que he alcanzado
la locura, no sé si me estoy convirtiendo en ninfómana y si así fuera, ¿estarías
a mi lado para saciarme?
No sé cómo explicarlo, toda esta vitalidad nueva que siento,
esta seguridad que me sobrepasa, esta picardía que me quema las manos, quizás y
si sea yo, quizás simplemente estaba oculto, esperando que algo detonara para
salir a flote, mi mente ahora viaje mucho más rápido que antes y antes sí que
iba rápido, tengo hasta una nueva imagen de mí, en botas de tacón alto, de
talla altas hasta las rodillas, con medias negras de satín sujetas por un
majestuoso ligero de encajes negros, dejando ver un pequeño triangulo pasando
por mi trasero con un pequeño hilo, subiendo por mi dorso enalteciendo mis
pechos con un brasier tipo corsé, por supuesto que de encajes, transparentes notándose
así mis erguidos y pequeños pezones, cubierta por una ligera bata de seda negra,
moviendo mi cabello largo, negro, cada vez que camino, cada vez que me acerco a
ti, soy la misma de siempre, solo que ahora me veo como una diosa, determinada
en conseguir lo que yo deseé.
Mucho gusto, me presento, yo en mí máxima expresión.
