Un sábado en Cuajone

La vida luce pacífica,
Nunca me ha gustado trabajar los sábados, pero hoy sentí felicidad de estar acá, es un escenario muy pacífico, casi no hay gente y las pocas personas son amistosas, todos nos saludamos, así no nos conozcamos, y los que si me conoces me lanzan sonrisas genuinas.

Voy al trabajo con ropa sport como si estuviera en casa. Me preparo un café con galletas y escucho la música que quiero y soy feliz.

Esta etapa de mi vida es nueva, pero se siente bien y lo mejor de todo es que mi personalidad megalomaniática me hace sentirme el rey de todos, me hace caminar con actitud como flotando, mis palabras tienen peso, mis gestos madurez y cada vez he aprendido a sonreir a la gente y a ser empático, en poco tiempo la gente descubre como alguien especial, yo me siento especial, cuando hablo con estas personas en mi cabeza pienso, Uds no saben que están hablando con su futuro Gerente.