Después de 7 u 8 intentos "finalmente lo logré", he desde diciembre del años pasado, he estado postulando activamente, como alguna vez alguien dijo "sólo Dios sabe la cantidad de veces que lo he intentado" inclusive me programé mentalmente para hacer de esto una rutina y todos los días en la mañana o en la noche revisaba religiósamente Bumeran, Linkedin y enviaba CVs como poseido, en total fueron 7 u 8 veces las que fui convocado (Graña y Montero / Enel / Camposol / Herracom / La Positiva / Cerámica San Lorenzo, Tawa, Sothern Copper) y ahora que lo pienso no son muchas, parecen pocas al contrario; sin embargo, en cada una de ellas me ha costado inventar alguna mentira para salir del trabajo y pedir permiso o vacaciones, para cada una de ellas he pasado horas estudiando a la empresa y practicando el speach e imaginando las preguntas que tendría que responder, han sido 8 veces que he invertido en vestirme formal, en taxis de ida y vuelta, en cada empresa he tenido entre 2 o 3 entrevistas que hacen un total de por lo menos 15 entrevistas con diferentes personas, son 8 veces las que mi pobre mente ha tenido que luchar contra sus miedos y enfrentar con hidalguía cada proceso, han sido 8 veces en un año que he sentido que por fin mi oportunidad ha llegado he involucrado emociones, he hecho planes de inclusive viajar a provincia para trabajar ahí, son 8 veces que he anticipado a mis padres, amigos o novia que por fin cambiaría de trabajo porque me sentía que había sido seleccionado. Después de tanto, en una de las entrevistas menos exitosas, por fin me hicieron la "llamada", por fin me dijeron "quedaste seleccionado" y por supuesto no pude creerlo, casi flotaba mientras caminaba, fui corriendo al teléfono para contarle a mi novia que por fin me llamaron. A pesar que estaba cláramente emocionado, intentaba parecer sobrio y contener la felicidad diciendo que tenpia que esperar la Carta Oferta y la comunicación oficial; inclusive después de recibir la carta oferta mi mente me ha jugado malas pasadas; he pensado que todo se trataba de una equivocación y me he puesto en los peores escenarios. Y cuando estuvimos 100% seguros que si era cierto, hemos ido a celebrar la victoria, como Tony Moncada dijo a su madre con un tono altanero: "Mira madre, tu hijo a triunfado,".
La primera vez que vi esta imagen pensé que resumía la experiencia que me ha tocado vivir, cuando ya todo está en calma, cuando ya no hay más que hacer y se siente paz, paz mental y espiritual porque ya desde hace casi un año mi objetivo ha sido cambiar de trabajo incesantemente, inclusive no recuerdo bien qué es lo que motivó esta decisión o si empezó como un juego contra mis compañeros de trabajo diciendo que un día me iría y que me extrañarían y que se arrepentirían de todos los malos ratos que me hicieron pasar o los desplantes, o los comentarios feos, el haberme convertido en un solitario frente a un matriarcado y tener que salir a almorzar muchas veces solo con tal de no tener que compartir con ellas, o tener que buscarme amigos de otras oficinas para tener con quien compartir porque al fin de cuentas soy un ser gregario y necesito socializar por muy lobo estepario que me crea. Quizás empezó como un pequeño capricho que luego se enraizó en mi mente hasta convertirse en el objetivo de cada día.
Debo confesar que he conversado con Dios algunas veces, que le pedido ayuda para entrar a alguna de esas empresas, y cuando me lo ha negado he renegado, quizás le he reclamado, pero ahora entiendo que su plan era otro, su plan era colocarme acá por alguna razón que en estos momentos no alcanzo a comprender, pero que con el tiempo estoy seguro que se revelará. Quizás y llego a ser el Gerente General e Southern, quizás le cambio el destino a esta empresa, quizás salvo alguna vida o quizás me toca trascender acá. Ahora no lo sé, o quizás sea realmente una mera casualidad y suerte, porque ahora todos quienes se enteran donde trabajaré me felicitan y me piden que los "jale".
Esto recién empieza y no quiero preocuparme por nada, esperaré al día 6 de diciembre 2020 para empezar a vivir el día y enfrentarme con la fortaleza mental y la experiencia a este nuevo desafío.
Aun recuerdo mis primeros días en Derco, a diario cuando llegaba a la puerta principal repetía en mi mente "Un día seré el GG"; ahora haré lo mismo en Southern.
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