Decepción

 Tenía que romperme para volver a escribir, o simplemente he acumulado, soportado, aguantado tanto que estoy al tope. Muy pocas veces nos fijamos en los problemas internos que puedan tener otras personas quizás porque no nos interesan, aún cuando es un amigo o familiar, luego estoy yo y un escaso grupo posiblemente, personas que se preocupan de más o demasiado por otras personas, somos receptivos y tratamos de ser lo más empático que se puede, colocarnos en su piel y si tenemos suerte sentimos eso que le provoca angustia a los demás.

No te quito la razón en que no hago mucho por cambiar mi situación, lo que sí me decepciona a mi es tu falta de empatía y no solo por esto si no en general cuando a mi respecta, sigues creyendo que los problemas de la mente son patrañas y no necesitamos ayuda de nadie por que nosotros mismos somos capaces de salir adelante, y sí tienes razón, pero gracias a Dios por tu mente, por tu fuerza y determinación, por tu fortaleza mental, de verdad que envidia...como te dije, no sabes con lo que lucho internamente todos los días y por mucho tiempo trato de mantenerlo calmado, apagado, cuando vuelve duele, el nivel de dolor es casi igual a cuando te rompen el corazón, se adueña de tu pecho y sientes puras estacas como si de asesinar a un vampiro se tratase, no sé si sabes de lo que hablo, quizás si o quizás no, no lo sé, nunca lo has mencionado. No sabes lo que es lidiar con esto, hacer y buscar formas de mantener la oscuridad totalmente alejada de escuchar canciones que supuestamente te alegrarán para no traer malos pensamientos, no recordar cosas innecesarias pero a veces me gana, como aquella cuando aún vivía en casa de mi abuela y mi cuñado se quedó a descansar en mi cuarto por la tarde y al irse se olvidó de su arma, por la noche al dormir ni cuenta me di hasta que me acomodé en mi posición y la sentí debajo de mi almohada, no me asustó ni me alarmé pero de inmediato pensé "es la oportunidad" y la verdad es que ni siquiera fui yo quien lo pensé, solo vino a mi mente, y es que hay dentro de mi una parte tan cobarde que prefiere morir, que siente que estorba y es bueno para nada, que lucha con la parte que se aferra a la vida, la que me detiene cada vez que me viene un pensamiento malo, suicida. No, no sabes lo que es eso, pensar "puedo llenar la tina y ahogarme o abrirme las venas".

Este problema de obesidad lo he llevado siempre, es mi cruz, nací así. Sí sé que es importante, no es relevante mencionarlo, la salud, diabetes, infartos...tantas causas que pueden llevar a varias complicaciones mortales...pero sabes que de esto no es de lo que hablo, de que si hago o no hago, bueno no es lo que quiero transmitir en mi mensaje. Sé que has hecho mucho por mí, que tratas de ayudarme y motivarme en todas las maneras posibles y te lo agradezco mucho, por que creo que solo mi madre y mi hermana me han ayudado a ese nivel y sobre todo gracias a Dios por eso, por ti. Una vez me preguntaste si tenía una voz que me atormentara por las noches, y sí la tengo me recuerda las cosas que quiero hacer, todo lo que quiero tener y lograr, en quien me quiero convertir, esa voz que que te atormenta la que te hace soñar con lo que anhelas, pero últimamente se ha convertido en un juez cada noche, recordándome que en cualquier momento te puedes ir por que estoy gorda, que soy menos bonita, que me desprecia. Y no, no sabes lo que es lidiar con eso.

 Pero así como alguna vez me dijiste que incluso en discusiones te hable bonito, con cuidado, es lo que te pido a cambio, no siempre pero si en situaciones que son sensibles o delicadas para mí, que no me evites cuando me veas llorar, que me preguntes que me pasa e insistir a que te cuente que me pasa a que me consueles cuando me ponga mal, no me dejes llorar en silencio como el mes pasado, me acordé cuando dormía con mi mamá en la misma cama a eso de los 16 años y por las noches pensaba en la muerte, que será más allá de eso, mis hijos, mi familia, yo no existiría, y eso me aterraba como no te imaginas, lloré mucho, quizás hayan sido meses, lloraba en silencio, junto a mi mamá que ni cuenta se dio, y todavía...
No dejes que vuelva a pasar, me sentí muy sola.

Sé que hay muchas cosas que no lidiamos del otro por que cada quien tiene sus demonios y sus problemas, pero no significa que no seamos receptivos o menos empáticos con el prójimo, no sabemos por que le pueda estar pasando y más si es una lucha que lleva años peleando.